Con gran alegría se celebró el día del catequista, el día sábado 23 de Mayo. Luego de la Eucaristía, los catequistas tuvieron una convivencia, para celebrar la buena nueva de Jesús. En la Eucaristía el Párroco destacó en su homilía, que hemos de resucitar con el Señor, Él comparte con los discípulos y luego sube al cielo. Ellos incrédulos ven como se aleja y no comprenden el mensaje de la acción. Jesús sube al cielo para darnos la vida, llena de la plenitud del cielo y la tierra, por medio del gran amor de Cristo. Los apóstoles sentían el abandono, sin embargo no comprenden que no es un abandono sino que sube al cielo, para enviar al Espíritu Santo y permanezcamos siempre en Él.
Por otro lado uniendo el evangelio al día del catequista, señala: "Somos discípulos misioneros del Señor, porque a partir del encuentro llevaremos la palabra de Dios para anunciar el mensaje. Ese mensaje ha sido escuchado por los catequistas, y han preparado a tantos en el camino y la cercanía con Dios", nuestro párroco los motivó a seguir siendo testigos del evangelio, comprender el ¿Cómo puedo hacer llegar el mensaje del evangelio?, que no solo a los que se preparan para un sacramento, sino en todo mi entorno, en definitiva compartir plenamente el gozo y el amor que el Señor nos ha dado a cada uno. El Padre Leopoldo concluyó con una necesidad: "En cada lugar la Iglesia necesita un misionero que ilumine el mundo que los rodea".
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